Ojos de gato
Encontábame ocioso, mirando a la nada, cuando un ruido trágico me sacó de mi ensimismamiento. Mi gato había roto, una vez más, un elemento decorativo que se interpuso en su caminar por las alturas.
Era inútil. Para que avisarle de nuevo. Él sabía que había hecho mal, y corrió a esconderse, o como mínimo, desaparecer. Recoger los trozos, una vez más. Y una vez más protestar entre dientes.
La culpa era mía, yo era el que no evitaba el desastre, confiaba despues de cada rotura, se enmendara y no volviera a las andadas. Confiaba en que esquivaría las figuritas, que había aprendido a no romper lo que no le molesta, a que estaba mal hecho, porque de una manera u otra había sido avisado. Pero no, una vez más. No volvería a confiar en él, en su buen criterio.
Al cabo de unos minutos, se asomó y me miró, con esa expresión de " perdona, ha sido sin querer", ronroneando, preguntándo con la mirada si realmente era tan terrible el asunto. Se acercó, poco a poco, tenso, esperando la reprimenda, diciéndome con su actitud " no volverá a pasar". Al fin, le acaricié con desgana.
Acaba romper otra figurita. Ya digo, la culpa es mía.
Fernando
Era inútil. Para que avisarle de nuevo. Él sabía que había hecho mal, y corrió a esconderse, o como mínimo, desaparecer. Recoger los trozos, una vez más. Y una vez más protestar entre dientes.
La culpa era mía, yo era el que no evitaba el desastre, confiaba despues de cada rotura, se enmendara y no volviera a las andadas. Confiaba en que esquivaría las figuritas, que había aprendido a no romper lo que no le molesta, a que estaba mal hecho, porque de una manera u otra había sido avisado. Pero no, una vez más. No volvería a confiar en él, en su buen criterio.
Al cabo de unos minutos, se asomó y me miró, con esa expresión de " perdona, ha sido sin querer", ronroneando, preguntándo con la mirada si realmente era tan terrible el asunto. Se acercó, poco a poco, tenso, esperando la reprimenda, diciéndome con su actitud " no volverá a pasar". Al fin, le acaricié con desgana.
Acaba romper otra figurita. Ya digo, la culpa es mía.
Fernando
6 comentarios:
Fer
Que hermoso escrito, y claro la culpa es de uno, yo me lo digo cada que la mia traviesa hace algo jajaja
se llama Juanita y la vieras, un primor de traviesa.
Un besote
fer....gusto en saludarte,de pura intrusa estoy acá...pero mi debilidad son los gatos:)
un abrazo de paz pa'ti,espero volver y leerte con más detención...voy a enlazar tu blog al mío así no me pierdo:))
Vicky
El mío se llama Robin, y lo cierto es que es un bendito, se porta de maravilla... ahora, al principio, lo recogí con una semana de vida, era un trasto...
Besotes !!!!
Elisa:
Que placer el leerte por aquí, de intrusa nada, siempre bienvenida.
En cuanto aprenda a enlazar blogs, sin duda alguna que lo haré con gusto con el tuyo, siempre es un placer leerte.
Jajaja
Fer la mia me la dieron en adopcion a l mes de nacida, bueno ya tiene 4 meses y es juiciosisisma, pero le encanta morderme la mano jajaja a de creer que es raton jaja
y cuando llego a casa sale feliz meneando su cola a saludar. es simplemente hermosa.
Saludame a Robin.
Vicky:
Pues parece que se parecen, porque el mío tambien lo hace, yo digo que es un gato con espíritu de perro. La verdad es que son a veces como niños.
Un besazo
Fernando
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